Jamás estuviste aquí.
Te miré aquel día,
estabas tan radiante,
parecías tan tranquilo,
tan sonriente y al mismo tiempo nostálgico,
eras tan tú que no me di cuenta que habías cambiado
tus ojos no me miraban con el mismo brillo
yo no era tu reflejo ni tu voz.
Me buscaste aquel día,
querías volver a mis latidos,
querías volver a ser mi luz;
asi te rechacé, te alejé y me alejé
no quería estar cerca,
no del pasado,
no de aquello me dejó, que me soltó,
porque te recuerdo, cariño, me soltaste
caí lejos de tu mano y de ti,
jamás estuve tan cerca de ti como cuando iniciamos
como ese día lleno de sol en que hablamos;
en que me declaré en derrota
cuando te pedí atreverte
y tú lo hiciste,
ahora siento que te obligué,
que ese día no debió pasar
creo que me obligué.
Me obligué a creer que éramos nosotros
a creer que existíamos como pareja,
a creer que tú eras mi otra mitad,
porque tu eras el dolor que yo no expresaba,
tu eras esa nostálgia
y eras mi mes de abril,
veía al sol en tus ojos
y tu sonrisa...
lo eras todo.
Yo fui tu nada y ahora lo entiendo,
jamás brilaron tus ojos por mi
nunca hubo un nosotros
y jamás lo habrá,
me enseñaste que el corazón es fuerte
pero alguien puede hacerlo débil,
asi puedes ceder, perder y romper,
romper todo aquello que te llega,
así rompiste mis sentimientos,
fui tocada en lo profundo por ti,
y mi voz te llegó superficial.
¿Alguna vez fuiste sincero?
Porque dueles en cada palabra,
duelen tus caricias en mi piel,
me duelen los labios de tanto querer,
pronuncio tu nombre cuando puedo
y justo en mi pecho algo resuena
y es mi voz oculta,
esa conciencia que jamás escuché:
-jamás fuiste sincero-
En mi te guardo,
eres ese cariño que nadie borra,
eres ese pasado que ya no busco,
eres eso que no existe,
porque no eres presente
y no te quiero futuro,
te quiero como pasado,
te sueño pasado,
te sigo viendo ahí,
en el pasado.
[Te sigo viendo justo en aquel lugar donde lloraste,
donde te guardé en mis brazos,
ahí es tu lugar,
ahí no es el mío.]
